Muchos no querrán aceptarlo, pero las vacaciones de Navidad han terminado. Volvemos a la rutina y este cambio puede generarnos estrés y malestar. Te presentamos estos hábitos saludables clave para hacer tu vuelta al trabajo mucho más llevadera.
Una dieta saludable: escoge bien qué comer
En la mayoría de casos, las fiestas navideñas implican un desajuste en nuestra dieta debido a las comidas y cenas familiares, en las que nos permitimos comer de más. A veces estos atracones van seguido de una dieta muy estricta, con la intención de perder lo ganado cuando volvemos a la normalidad.
No es aconsejable un cambio tan radical. En vez de reducir la cantidad que comemos, hemos de escoger bien los nutrientes que nos van a ayudar a afrontar el día.
Una opción indispensable son las frutas y las verduras. La OMS recomienda cinco piezas al día, equivalente a 400 gramos. Estas nos darán la energía que necesitamos. Alimentos como la manzana y la zanahoria son fácilmente incorporables en ensaladas, y además se pueden mezclar con otros elementos importantes como la quinoa o los frutos secos, dentro del mismo plato.
Consumir frecuentemente agua y no saltarnos ninguna comida también son pasos clave para volver a la rutina con fuerza.
Una buena higiene del sueño para manejar el estrés
La vuelta al trabajo puede ser estresante. De repente cambiamos la casa por la oficina, y los regalos por tareas pendientes. Es natural sentir cierto estrés ante este cambio, pero debemos aprender a gestionarlo.
Una de las claves para mantener el estrés a raya es la higiene del sueño. Como explicamos en otras publicaciones, un buen descanso es vital para afrontar el día y en muchos casos, nos resulta casi imposible.
Igual que después de cada comida nos cepillamos los dientes, el sueño también tiene una serie de buenos hábitos. En primer lugar, vete pronto a la cama para tener más margen a la hora de cansar tu cerebro.
¿Qué es eso de cansar tu cerebro? Pues realizar acciones que lo relajen, en vez de alterarlo. La hora antes de irte a dormir, deja el móvil y los aparatos electrónicos a un lado. En su lugar, lee un libro que no te resulte muy interesante para cansar la vista.
También puedes echar mano de infusiones naturales que te calmen, como la tila. Además, puedes aprender una pequeña meditación para relajar tu mente. Una buena práctica sería lo que se conoce como ‘escáner de cuerpo’, una táctica que consiste en imaginar que un escáner recorre cada parte de ti. Sentirás que tus músculos se desactivan.
Desde la osteopatía craneal también trabaja la ansiedad y los trastornos del sueño. Si padeces alguno de estos problemas, haznos tu consulta aquí.
Retoma el ejercicio poco a poco
Es probable que hayas dejado el gimnasio a un lado durante las fiestas. Vuelve a incorporar el hábito del ejercicio, sin presionarte demasiado por volver a tu rutina de antes de Navidades.
Date tiempo y ves poco a poco haciendo tiempo para practicar deporte. Vuelve a construir tu resistencia, elige actividades menos exigentes al principio y ves aumentando el ritmo. Prácticas como pilates pueden ser una buena opción para empezar, antes de realizar deportes más energéticos.
Practica el auto cuidado y háblate en positivo
A veces, es nuestro propio pensamiento el que nos genera más estrés. Queremos volver a la rutina sin complicaciones, pero es normal que nos cueste un poco esa gestión hasta volver a acostumbrarnos.
Una vez al día saca tiempo para practicar tu autocuidado, es decir, llevar a cabo actividades que te hagan sentir bien. No hace falta ocupar mucho tiempo, puede ser simplemente media hora o diez minutos. Cualquier cosa que te siente bien a ti mismo o misma vale, ya sea darse una ducha más larga de lo habitual, leer un libro que te guste o cuidarse la piel, aplicándose crema, por ejemplo.
Recuerda responder a tu mente cuando te hables mal. En vez de reprocharte que hayas tardado más en hacer una tarea aparentemente sencilla, concédete este tiempo de transición.