Las lesiones de menisco son bastante conocidas entre la población y, de hecho, seguro que conoces algún caso o incluso puedes haberlo sufrido tú. Este tipo de lesiones se dan de manera gradual a raíz del desgaste por uso que sufren nuestras articulaciones y en personas que tienden a sobre exigirse en los entrenamientos. Si bien es cierto que frenar el paso del tiempo es imposible, sí que debemos tener en cuenta ciertas rutinas y comportamientos que nos ayudarán a evitar este tipo de lesiones tan incómodas.
En el centro de Osteopatía Avanzada Carlos Esteban te ayudamos a cuidar de tu salud para prevenir este tipo de lesiones y mantener tu calidad de vida. Apunta estos consejos y, si tienes cualquier tipo de dolencia relacionada con el menisco no dudes en solicitar cita con nosotros y te ayudaremos a resolverlo.
¿Qué función tiene el menisco?
El menisco ejerce la función de cuña entre las superficies de contacto del fémur y de la tibia y cuenta con una estructura igual que los cartílagos de nuestras orejas: dura pero elástica
Su principal función es permitir la transmisión del esfuerzo entre fémur y tibia, además de ser los estabilizadores de la rodilla y los que distribuyen el líquido sinovial en su interior. Así, son dos elementos que soportan y resisten una gran carga de compresión.
¿Cómo puedo evitar las lesiones de menisco?
La gran mayoría de lesiones de menisco son muy difíciles de predecir, ya que se producen al girar de forma brusca la rodilla sobre pie fijo.
Las recomendaciones para prevenir este tipo de lesiones pasan por limitar un poco la actividad y el entrenamiento exigente, pero también por realizar ejercicios que aumenten la masa muscular de esa zona para que sea esta la que absorba el mayor impacto del ejercicio y que el peso no recaiga tanto en los meniscos.
5 consejos para prevenir las lesiones de menisco
Aunque en el párrafo anterior ya te hemos indicado algunas claves para prevenir este tipo de molestas lesiones, te detallamos ahora una serie de consejos que te ayudarán a evitar estas dolencias.
Haz ejercicio con regularidad:
Pero evita las posturas agresivas para la rodilla como sentadillas profundas y con mucho peso. Para evitar este tipo de lesiones es recomendable fortalecer loa músculos de las piernas que ayudan a estabilizar y proteger la rodilla.
No te olvides del calentamiento y el estiramiento:
El entrenamiento es importante, pero también lo es calentar tu cuerpo previamente y estirarlo después del trabajo físico, especialmente si las piernas están involucradas.
Utiliza el calzado adecuado:
Cuando hagas deporte deberás usar las zapatillas adecuadas, especialmente con una buena sujeción del pie y con buen apoyo para el talón. Igualmente, es clave que aprendas y utilices las técnicas adecuadas para el deporte que practiques, así siempre evitarás lesiones de todo tipo.
Cuida tu espalda:
Un desequilibrio en la zona lumbar o la pelvis hará que una rodilla esté trabajando en mala postura y eso dé lugar a sufrir desgaste o incluso artrosis precoz.
Vigila tu alimentación:
Este parece un consejo comodín para todo lo que hagamos en nuestra vida, pero es verdad que es importante para proteger a nuestro sistema osteomuscular. Busca una alimentación que no provoque calcificaciones y que permita que la rodilla tenga un mejor riego sanguíneo para que se mantenga en buen estado durante más años.